miércoles, 12 de noviembre de 2008

La humanidad es egoísta, ergo que os revienten el ojete.

Dar, dar y dar te exigen continuamente, pero a cambio no recibes una mierda. ¿Entonces de que sirve? Pues sinceramente, de nada. Te exigen que cambies, prácticamente tu forma de ser, que de la noche a la mañana, que te gusten cosas que en tu vida te han gustado, que tengas obediencia ciega casi por completo. Pero cuando tú pides algo o que cambie algo por pequeño que sea, te ignora, no existes. Por lo general se basa en dar y en recibir, pero cuando toca cobrar, ¿qué recibes?, la absoluta y certera nada. ¿Para que esforzar se en mantener a flote algo que hace mucho tiempo se hundió? Y así estabas a la deriva, en un mar de incertidumbres, en un trocito de nada, algo que tu considerabas amor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Amén.

Anónimo dijo...

La única manera de no sentirse estafado en aquello que llaman amor, es dar únicamente lo que te sobre, o lo que realmente quieras dar sin expectativas de recibir amor. Cualquier intento de retorno de inversión amoril será fútil, aleatorio y víctima inmediata de efectos mariposa concurrentes.
Cuídate!

Anónimo dijo...

no generalices...

¬¬