lunes, 9 de mayo de 2011

Me encendí un cigarro. Me encendí un cigarro mientras andaba bajo la lluvia. La lluvia caía suavemente sobre mi, y sobre mi sombrero. Alce la vista y observe que estaba empezando a amanecer. Mientras caía el agua sobre mi, iba esbozando una sonrisa. Pues había pasado una noche maravillosa con ella.

Unas cuantas horas antes...

Estaba sentado esperándola. Había quedado con ella a menos cuarto, pero estaba ahí sentado desde y media. El simple echo de saber que iba a verla me ponía nervioso. Allí sentado cada segundo parecía una eternidad. Cruzaba la pierna derecha sobre la izquierda, la izquierda sobre la derecha, estiraba las piernas, las recogía, ¡joder! No sabia ni como sentarme. Saque la bolsa de filtros, un papel, tabaco, y me lié un cigarro. Lo encendí. Lo apague tras terminarlo. Y allí seguía sentado. Justo en el momento que me planteé hacerme otro para matar el tiempo, su silueta apareció en el horizonte. Fue verla y el corazón me dio un vuelco. No podía evitarlo, a cada pisada que daba, se dibujaba una sonrisa en mi cara. Cuando estuvo lo suficientemente cerca no me contuve. La abrace como si no hubiera mañana.

¿Qué tal? Te he echado mucho de menos estas semanas, y veo que tu ami también

Según terminó de hablar, la besé.

Continuará...

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