lunes, 5 de diciembre de 2011

Adicción

Vuelvo a tener el mono

de la droga que recorre mi cuerpo,

y es la adicción a tus besos

que me vuelven loco,

mis venas palpitan al ritmo,

y al son de los gemidos de tu corazón,

mis piernas tiemblan por mi adicción

¡un poco por favor! aunque sea un guiño…

doy una calda a tus labios,

liados previamente con mis abrazos

aliñados con tu pies y tu sudor,

y sellados con mis labios sobre los tuyos,

¡oh! que labios quiero besar,

¡oh! que pechos quiero tocar,

¡oh! que cuerpo quiero acariciar,

¡oh! que culo quiero palpar.

Preso de la noche y el tiempo

espero a un rojo atardecer,

Que te traiga de nuevo,

A mi cama otra vez.

1 comentario:

.. dijo...

"Con esas caricias, capaces de volver agua sus huesos"
¿También las palabras?
Cuánto odio en el amor de los amantes.
Quemémonos, porque los besos que aún no te he dado molestan en la lista de espera de mi boca,
en la combustión espontánea por arder,
en los arañazos dibujados a fuego en tu piel.